Rototom’s kids, traveling with their house

En 2016 más de 250 000 personas de 80 nacionalidades diferentes han asistido al festival Rototom Sunsplash. De estos festivaleros, más de 18 000 eran niños menores de 13 años.

Estas siete familias han escogido a ese festival de reggae como uno de sus destinos para el verano 2016. Vienen de Alemania, España, Francia y País Vasco. Además de compartir la forma en que viajan, tienen otro punto en común: ofrecer a los niños una visión abierta sobre el mundo viviendo en una casa de cuatro ruedas.

Algunas familias toman la ruta para trabajar de festival en festival. Otras conservan su motor home o auto caravana para utilizarle durante las vacaciones escolares. Eso sí, todas ofrecen la seguridad de una casa abriéndose, al mismo tiempo, al mundo.

Dos detalles me han llamado la atención cada vez que una familia me hacía entrar en su mundo íntimo: la mirada despierta de los niños y su forma de hablarme de adulto a adulto. Si el viaje es una manera de compartir y de conocerse, nos enseña al mismo tiempo como interactuar con las personas que se cruzan en el camino, como compartir momentos inolvidables con sus padres y como descubrir con estos el mundo que nos rodea.

Hay seis niñas en la familia: la mayor tiene 17 años y la menor un mes. Este año son nueve personas que han viajado en ese motor home desde el norte de Alemania hasta Benicassim. Es el noveno año que el Rototom hace parte de sus vacaciones de verano.
Maymouma, 2 años y Safeyatou, 4 años se despiertan en su cama.

Kumba, 8 años durmiendo al lado de su padre.

Desayuno en familia en el estacionamiento donde residen durante el festival, a la entrada del recinto.

Lilian, 17 años, la mayor de las seis hermanas: entre la independencia y la vida de hermana mayor.

Safeyatou, 4 años y su hermana peq ueña Mahawa de 4 semanas

Maymouma, 2 años jugando a esconderse.

Somita, 11 años y Ninih, 16 años.

Kumba, Safeyatou y Maymouma han vivido igual que Mahawa, su primer Rototom cuando solo tenían varios meses. Ni el polvo del estacionamiento ni el ruido de los alrededores molesta a la familia que alterna sus días entre la playa y la zona de niños del recinto.

Aisha, 10 meses con su padre en el camping del personal. La madre trabaja en las acreditaciones del festival. Han viajado desde Italia en Westfalia para asistir a su primer Rototom.

Aisha juega con Fiona, su vecina de camping.

Han adquirido la Westfalia al principio del verano y piensan recorrer una parte de Europa en los próximos años.

Kaya, 2 años adora dar vueltas con su bicicleta por el camping del Rototom. Viajan cada año desde Alemania para asistir al festival. Viven tres meses por año en ese motor home.

Los padres de Kaya, asiduos al Rototom desde hace años, no han dudado en ningún momento en asistir al festival con su hija desde que esta tenía meses. Es una manera para ellos de enseñarle que existen lugares donde la gente todavía se sonríe.

Han construido el interior de su camion ellos mismos y van añadiendo elementos de sus viajes conforme los años pasan.

Kaya saluda a sus vecinos de camping desde la ventana situada al lado de la cama de sus padres.

Un mes cada verano se añaden a los viajes en ese motor home, los dos hermanos de Kaya.

Lua, 9 años 3/4 y Zoe, 8 años acompañan a su madre Violeta, fotógrafa del Rototom. Vienen de Cataluña y pasan 10 días en el camping del staff del festival.
Despues de una discusión con su hermana mayor, Zoé se calma en su cama.

Zoe y Lua desayunando.

Desde hace 6 años las hijas acompañan a su madre al Rototom.

Cora, alemana y Fran venezolano han vivido durante años en este motor home. Viven ahora en las Islas Canarias con Yerik, 2 años 3/4 y Matilda, 6 meses. Aun asi, viven la mitad del año en su motor home de festival en festival. Tienen el stand de Piercing del Rototom.
Yerik y su padre en la zona de camping reservada a los feriantes.

Pensado y construido por ellos, el interior del motor home es ergonómico y… baby friendly!

La parte trasera del camión se abre para dejar circular el aire.

Yerik juega en la cama. Al fondo la cocina.

Dior, 11 anios y Seydi, 13 años con su madre desayunando. Desde hace 8 años viajan cada verano al Rototom acompañados de su perro Maïsta. Vanesa, su madre, ha comprado el motor home en 2011 para poder bajar desde Vendée (Francia) hasta el festival con todo el material necesario para poder acampar. Duermen en la zona del camping reservada a las personas de movilidad reducida, donde después de tantos años, todo el mundo les conoce.

Desayuno en familia.

Dior deja suficiente agua para Maïsta antes de irse los tres a la playa.

Dior, Seydi y Natasha, una amiga del Rototom, recogen almendras de los árboles del camping.

Rita y Gabriele vienen en el festival con el stand de ropa « Little Bob » desde hace 11 años. Mahdi, 5 años y Irie, 8 años no han faltado a ningún Rototom desde que nacieron. Viajan alrededor de 6 meses por año y viven el resto del año en Italia.
Mahdi es siempre el primero en despertarse.

Mahdi vuelve de su visita matinal al aseo en la zona reservada a los auto caravanas de los trabajadores de los stands.

Irie siempre es la última en despertarse.

Gabriele rellena de agua la caravana, primera rutina matinal.

Secunda parte de la rutina matinal, Madhi juega en su cabaña debajo de la mesa mientras Gabriele pasa el aspirador. Hay que quitarse los zapatos para entrar en su casa.

Madhi, Irie y su futura hermanito o hermanita pasan cuatro meses por año en el auto caravana de festival en festival.

Desayuno en familia

La bandera del Pais Vasco junto al del Rototom.

Haritza, 4 años, sentado en la cama de sus padres, asiste a su cuarto Rototom. Es el primer año que viajan en auto caravana. Anteriormente, dormían en tienda de campaña.

Este año, aprovechan del auto caravana para viajar por España durante las vacaciones escolares.

Haritza y su tropilla de caballos.

Haritza y su padre, delante del Show case stage, en el carrito que le servirá de cama hasta llegar a su auto caravana.